Varios estudios han puesto de manifiesto que más del 60% de la población no es capaz de identificar cuando una persona que se encuentre a su lado está sufriendo un ictus. Además, menos de la mitad acudiría al hospital si se encontrase en una de estas situaciones.
Frente a estos números, la realidad indica que la incidencia de esta enfermedad en personas en edad laboral está aumentando progresivamente. Por ejemplo, en el periodo 2013-2015 en Navarra una media de 193 personas en edad laboral sufrió un ictus, lo que hace un 18% de los casos totales de primeros ictus. Un porcentaje que, a lo largo de la última década, no ha dejado de crecer.
Navarra es, en ese sentido, una de las comunidades autónomas con una tasa más alta de personas con daño cerebral adquirido provocado por el ictus, de acuerdo con los datos y las informaciones que manejan al respecto desde la Asociación Navarra de Daño Cerebral Adquirido, ADACEN. La media española es de 7,3 por cada mil habitantes, mientras que en la Comunidad foral esta cifra es de 9,2 (11,1 en mujeres y 7,4 en hombres). Un total 16.109 personas en nuestra región viven con secuelas tras haber sufrido un ictus.
Por su parte, el sindicato UGT apunta que del total de trabajadores fallecidos (226) durante la jornada laboral en el primer semestre de 2016, 116 de ellos murieron a causa de estas patologías, lo que supone el 51,33% del total.
Para las empresas, finalmente, el ictus supone también un coste muy elevado en términos de bajas laborales, adaptación de puestos de trabajo, indemnizaciones, rotaciones, etc. Los trabajadores en puestos con mucha presión y en los que se dan situaciones poco predecibles tienen hasta un 58% más de posibilidades de sufrir ictus, según la academia Americana de Neurología.
Por todo ello y con motivo del Día Mundial del Ictus no estaría de más recordar la necesidad de gestionar bien riesgos psicosociales, como el estrés, que se sitúan entre las principales causas de esta patología. Igualmente, es muy recomendable adaptar hábitos saludables, entre ellos una alimentación equilibrada, como atenuantes para evitar sufrir esta enfermedad. .