Hablamos con la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra quien confirma la preocupación que existe en su departamento por el proceso de concentración de los servicios de prevención al mismo tiempo que subraya “la capacidad, cercanía y disponibilidad” que ofrece GESINOR.

Recientemente se dieron a conocer los datos de siniestralidad laboral registrados el pasado año en Navarra, ¿cuál es el análisis y valoración que realiza su departamento de esas cifras?
Desde el año 2012 estamos afrontando un repunte de la siniestralidad que había tenido una tendencia decreciente desde el año 2000. Las políticas laborales presentes en la salida a la crisis económica del 2008, la elevada temporalidad y rotación de trabajadores sin experiencia, la elevación de las cargas de trabajo por las empresas, la desinversión en recursos profesionales preventivos propios en las empresas a raíz de la ley de emprendedores de 2012…y otros factores que citan diversos expertos explicarían este incremento que se ha dado en todo el Estado. Otros estudios se muestran preocupados por el gran peso relativo de la “externalización” de los medios preventivos de las empresas a través de los Servicios de Prevención Ajenos”
Esta situación debe acompañarse de una reflexión sobre los porqués los ciclos económicos no afectan a la siniestralidad en otros países del entorno y lo hacen en España. Podría pensarse que nuestro sistema preventivo se está mostrando insuficiente o inadecuado para afrontar el conjunto de factores implicados.
En cualquier caso en 2017 el aumento del índice de incidencia de accidentes laborales en jornada de trabajo se ha decelerado en Navarra pasando de un aumento del 2,3 % de 2016 respecto a 2015  al 0.9 % de 2017 a 2016.  Se ha contenido el incremento y es necesario seguir desarrollando actuaciones que en Navarra estamos impulsando desde el Plan de Acción de Salud Laboral 2017-2020.
 
¿Cuáles son, en su opinión, los tres grandes retos a los que se enfrenta la empresa de Navarra en el ámbito de la prevención de la salud?
En primer lugar las condiciones de empleo, el tipo de contratos, que están influyendo en gran medida en la prevención y el manejo de los riesgos laborales para la salud.
En segundo lugar la atención a los riesgos ergonómicos y psicosociales que además comparten el gran reto de afrontar la organización del trabajo que se refiere, según los modelos teóricos con mayor grado de  evidencia científica, a las cargas de trabajo, el grado de autonomía y participación de los trabajadores/as y al equilibrio entre las exigencias del trabajo y las elementos de compensación o reconocimiento por el esfuerzo. Estos estudios se refieren a la definición adecuada de funciones,  las posibilidades de promoción, retribuciones suficientes, clima laboral, certidumbre respecto a lo que se le demanda etc.
Y por último, la prevención de riesgos laborales, según propuesta de numerosos expertos,  debe sustentarse en el compromiso de la empresa y la participación de las/los trabajadores en cada una de las fases del ciclo de mejora continua planteado tanto por la OMS, como por OIT como en la correspondiente Norma ISO.
 
 El sector formado por los servicios de prevención ajenos están viviendo un importante proceso de concentración con la entrada de inversores ajenos a esta actividad y la generación de «grandes» compañías muchas de ellas con centros de decisión fuera de Navarra ¿cómo ven ese proceso desde su departamento? ¿Les preocupa?
Nos preocupa mucho. Estas fusiones o absorciones pueden acompañarse  de la reducción de recursos profesionales,  de un deterioro de las condiciones de trabajo de los propios profesionales de estas entidades y porque cuanto más alejados estén los ámbitos de decisión, menor es la capacidad de colaboración y trabajo conjunto de la Administración Pública Navarra con esas compañías. Asimismo los cambios legislativos que acompañan a estos procesos, pueden favorecer una menor transparencia sobre los recursos y el trabajo de estas entidades, lo cual puede ir en detrimento de la colaboración y el trabajo conjunto citado.
 
Le pedimos, finalmente, un mensaje que desde su departamento les gustaría trasladar a clientes y proveedores de GESINOR y, más en general, a las empresas de Navarra en materia de cuidado y prevención de la salud laboral. 
Nuestro mensaje global no puede ser otro que enfatizar la importancia de la salud laboral y de la prevención de riesgos en el trabajo. Y que vale la pena invertir en salud.
Nuestro criterio desde el ISPLN es que del mismo modo que la sociedad debe exigir eficiencia a la Administración Pública en sus actuaciones, de igual manera las empresas han de esperar de los recursos preventivos que habilitan o conciertan, la adecuada valoración y control de las exposiciones a riesgos laborales y con ello el descenso de daños y consiguientes costes asociados a estos. Costes que afectan tanto a los trabajadores/as, como a las propias empresas y al conjunto de la sociedad. La sociedad europea está exigiendo condiciones de trabajo, seguras y saludables, y las empresas que no atiendan tal demanda se enfrentaran a numerosos conflictos. Sin empleo y sin trabajo de calidad la imagen y capacidad competitiva de las empresas se verá deteriorada y eso influirá en su propia supervivencia.
En cuanto a Gesinor, queremos poner en valor su colaboración con la formación de médicas/os especialistas en Medicina del Trabajo del sistema MIR. También que Gesinor está incrementando de forma importante sus recursos en todas las disciplinas preventivas y es un servicio próximo geográficamente hablando. Estas características  de capacidad, cercanía y disponibilidad pueden contribuir a una mayor calidad de sus actuaciones y a mayor trabajo común y compartido entre todos los agentes implicados en la salud laboral.